De igual forma que la radiación solar se encuentra muy dispersa y obliga a ser recolectada o concentrada, casi todos los fenómenos naturales poseen el mismo inconveniente. Bajo el punto de vista de aprovechamiento energético, no es favorable; pero pensemos en algunos que se encuentran concentrados como por ejemplo: las erupciones volcánicas, los ciclones o tornados...
Las precipitaciones pluviales son otro ejemplo de dispersión de los fenómenos meteorológicos, quizás el mas fácil de comprender de todos. 50 mm de agua caída significan 50 millones de litros por cada 100 Hectáreas, capaces de saciar la sed diaria estival de 1 millón de vacas. Pero además, y eso es lo interesante...si los 50 mm. cayeran desde una nube ubicada a 730 metros de altura, tendrían una energía equivalente a 100.000 Kwhora, suficiente como para dar electricidad a una familia tipo durante mas o menos 40 años. Los 730 m son imaginarios y discutibles, pero...¿ quien se anima a hacer objeciones por la altura de la nieve depositada en el Lanin, Aconcagua o Tronador, entre 5 a 10 veces mayor que la de nuestra lluvia pampeana? ... Y en ese caso los 40 años se transforman en 200 a 400. En medio día, la naturaleza y su maravilloso orden, pone a nuestro alcance semejante cantidad de agua y de energía. Sin embargo es imposible contar con un medio artificial, económicamente justificable, creado por el intelecto humano, capaz de colectar y concentrar ese ofrecimiento gratuito para ser utilizado gradualmente.
Deberá ser la misma naturaleza que nos vuelve a dar un ejemplo captando y convirtiendo esa inmensa e inagotable cantidad de radiación a través de distintos mecanismos. Combustibles fósiles, energía hídrica o eólica son recursos que constituyen parte de esa transformación. La vida vegetal, por medio de la biosíntesis es otra alternativa. Esto es solo una pequeña introducción, un resumen sintético para justificar lo que parece una reiteración caprichosa del tema, que como podrá apreciarse hemos tratado de encarar desde distintos enfoques por considerarlo de suma importancia .
Tanto nos hemos acostumbrado a los avances tecnológicos que ya no los valoramos. Conviene, cada tanto, recordar que son y como contribuyen las maravillas del progreso humano. Enchufamos la plancha eléctrica pero jamás pensamos que una hora de funcionamiento, implica el consumo de no menos de 20.000 litros de agua de una turbina de Yaciretá o el equivalente de mas de dos meses del agua que consumimos diariamente, desde nuestro tanque ubicado a 6 metros de altura.Para Don Juan, quien no recibe agua del Servicio Publico, significa lo mismo que el agua consumida en un día por unas 7000 vacas desde el tanque australiano. Hablamos de una hora de consumo de la plancha... y de una de las maravillas de la revolución industrial, LA ELECTRICIDAD
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