Una de las preguntas mas frecuentes sobre el funcionamiento de nuestras Usinas Autónomas es como se logra mantener la frecuencia de la energía entregada, siendo que la velocidad de la hélice o de la turbina dependen en grado sumo de la intensidad del viento o de la energía del agua, ambas muy variables. La
respuesta es sencilla e inmediata, pero ya que estamos en el tema conviene extendernos. Contrariamente a lo que pueda pensarse, la constancia de la frecuencia es notablemente superior a la de la Línea de Servicio Publico, la cual tiene como limite inferior, a partir del cual comienzan a accionarse los sistema de seguridad, 48,5 Hz, en tanto que la tolerancia de la Usina Autonoma supera los ± 0,005 Hz. Es posible programarla, pero una vez fijada se mantiene en 50,00 Hz, aun superándose la potencia establecida en mas de un 20 %.
Para superar el problema de la intermitencia, que ya hemos tratado reiteradamente, es imprescindible acumular energía. Dicha acumulación se efectúa en baterías, proceso que necesariamente debe contemplar una posterior conversión a corriente alterna por medio del conversor. Como es obvio, y aunque no se necesite energía de las baterías cuando haya viento, el mecanismo de conversión garantiza que se tome, aun habiendo generación, desde el sistema de acumuladores y no de la propia maquina que puede llegar a tener entre 35 a 80 Hz.
Este método obra entonces como corrección, permitiendo al conversor “lucirse” al superar, como habíamos dicho, los parámetros de la Línea de Servicio Publico. Para ampliar la información digamos que, además es posible seleccionar la frecuencia de uso, utilizando ,por ejemplo, la típica de Brasil, EEUU y otros países, o sea 60 Hz, con las consiguientes ventajas de obtener mayor potencia y velocidad en los mismos motores sin afectar, en la gran mayoría de los casos, los accionamientos mecánicos mas comunes. En cuanto se refiere al voltaje, y aunque se aparte de la pregunta habitual, es también comparable a las variaciones de la Línea, a pesar de que la tensión continua de carga de las baterías puede tomar valores tan dispares como 250 y 340 Voltios, valores extremos que se corresponden con el limite inferior, con el sistema descargado, y el superior cuando, ya completada la carga, el regulador de tensión comienza a abortar el exceso sobre la carga fantasma. Dentro de esos valores, la tensión alterna de salida se mantendrá entre los 230 a190 Voltios ca, tolerancia superior a la de la propia Línea.
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