lunes, 3 de enero de 2011

Ecologia

EL AUTOMÓVIL ELÉCTRICO Y LA ECOLOGÍA DEL PLANETA

Manipular mercadería en un depósito cerrado obliga a utilizar auto elevadores eléctricos Un motor de combustión interna consume el oxigeno del ambiente y origina como resultado de la combustión grandes cantidades de dióxido de carbono, sin contar con una contribución de monóxido, altamente toxico, si la combustión no es perfecta. Cumplir con las reglamentaciones oficiales al respecto significa manejarse exclusivamente con motores eléctricos, siendo quizás el autoelevador la expresión popular de mayor potencia al respecto. También es costumbre utilizarlos, aunque con una potencia muy inferior, en patrullajes de seguridad de estacionamientos, carritos de golf, etc.
Aunque resulte obvia la explicación, veamos como es su funcionamiento. El movimiento mecánico, a diferencia del convencional automóvil a combustión interna se produce a través de uno o varios motores eléctricos, cuyo combustible a cuestas es la electricidad que ha sido “cargada” desde la línea de Servicio Público y acumulada en un sistema de baterías. Como paso previo, existe una etapa de transformación de otro tipo de energia en electricidad que bien puede ser la alternativa térmica, es decir quemando combustible fósil en una usina termoeléctrica transformando gas, carbón o fuel oil en electricidad. Entre los dos tipos de vehículos, el tradicional y el eléctrico la diferencia esta en que el primero saltea una etapa de transformación. Ecológicamente hablando, tal cual hemos hecho el razonamiento, la única diferencia ha sido trasladar la polución de los gases de combustión, desde el lugar cerrado al ambiente exterior, lo cual significa que bajo el punto de vista general no es cierto la tan mentada “limpieza “ del motor eléctrico.
La no contaminación es entonces mérito de la fuente de generación de electricidad, es decir de la Usina y no del motor. Si la electricidad proviene de una Usina Hidroeléctrica o de un generador Eolico es bien cierto que no existe la polución ambiental pero también es cierto que no es el automóvil eléctrico el que contribuye a esa limpieza. Otro tanto ocurre con una Usina Nuclear, tanto o mas ecológica que las dos anteriores pero muy discutible cuando de trata de considerar los residuos radiactivos. Vemos entonces que una cosa es el aspecto particular y otro muy distinto es el general, la ecología del planeta. En el caso del deposito cerrado, no solo hemos desplazado la polución desde ese lugar al exterior sino que además la hemos aumentado. En efecto, transformar la electricidad de línea en energia química, acumulando en un sistema de baterías tiene un rendimiento total próximo al 75 % , (85 % cuando acumula y lo mismo cuando entrega) lo cual da como resultado la necesidad de generar un 33% mas de la electricidad necesaria. Supongamos que el motor vehicular tenga el mismo rendimiento que la turbina estacionaria de la Usina. Para producir la misma energia en la usina termoeléctrica deberá quemarse un 33 % mas de combustible que en el motor vehicular, con 33 % mas de polución frente al tan criticado motor de explosión.
Otro inconveniente de importancia es respecto a la carga de las baterías. El proceso es lento, no debiendo superar el 10 % de su capacidad a efectos de no reducir su vida util. Expresada la capacidad en Amperes hora significa proceder a la carga normal en no menos de 10 horas. Sin embargo y como ya hemos visto el problema mas importante es el peso del combustible. Reemplazar el motor convencional por un eléctrico pretendiendo una autonomía poco menos que ridícula, por ejemplo 150 Km, implica la provisión de un sistema de acumulación no inferior a 3500 Kg, circunstancia que saca de todo contexto a un automóvil eléctrico de estas características. La durabilidad limitada de las baterías es otro problema aun sin resolver y como corolario, la chatarra de plomo, antimonio , arsénico y ácido sulfúrico derivada de las baterías en desuso tampoco es inofensiva.
Vemos, como conclusión, que el reemplazo del motor eléctrico accionado a baterías no es precisamente la mejor solución bajo el punto de vista de la ecología general si la electricidad de línea proviene de combustibles fósiles. Recordemos, además, que la contribución mundial de estos hoy día es del 80 % frente al 5 % de las hidroeléctricas y el 15 % de las nucleares. Resumiendo, el automóvil eléctrico:

-Consume un 33% mas de combustibles fósiles y por lo tanto genera la tercera parte mas de polución general que el automóvil con motor de combustión interna.

-Es incapaz de auto trasladar la energia necesaria para una autonomía de desplazamiento razonable.

-Respecto del consumo de combustibles fósiles tiene un 75 % de rendimiento.

-La chatarra procedente de las baterías es altamente contaminante.

Cada uno de estos inconvenientes encuentra satisfactoria solución reemplazando las baterías por las *celdas de combustible, capaces de funcionar al igual que un generador eléctrico portante, de peso, superficie y volumen razonables, con excelente potencia especifica, rendimiento excepcional y agua como resultado de la combustión. Salvo el costo, analizado separadamente, constituye la verdadera solución técnica para la utilización del motor eléctrico como sustituto del motor tradicional de combustión interna para uso vehicular.

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Ing. Enrique O.Nielsen
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